jueves, 26 de marzo de 2009

Carlos duerme, nada le despierta (¡Y Uds. trabajan!)


Este es el ejercicio del que conversamos el día martes:

Las tiradas LVI y LVII son los dos primeros sueños. El primero en el que Ganelón vuelve astillas su lanza de fresno. El segundo es sobre un jabalí que lo muerde cuando está en su capilla, además viene un leopardo. Un perro aparece que muerde al jabalí y entabla combate con el leopardo.

En las tiradas CLXXXV y CLXXXVI. En el primero que a sus caballeros pasar grandes trabajos, sus lanzas incendiarse y acechados por osos, leopardos, culebras, dragones, demonios y grifos. Los franceses le piden ayuda pero un gran león salta y lo ataca. Carlomagno pelea con el león. En el segundo, Treinta osos le reclaman que suelte al oso que tiene encadenado, un lebrel entra en combate con el mayor de los osos.

Deberán escoger el sueño que crean que es más importante para la historia del cantar y tratar de interpretarlo. ¿Por qué esos animales? ¿Por qué las lanzas? ¿Por qué tormentas? ¿Verdaderamente le avisan algo a Carlos? El texto no puede ser superior a los 1200 caracteres y debe ser publicado en este blog. Si usan un nombre alternativo en su nick deberán firmarlo. Fecha de entrega: antes de la clase del martes 31 de marzo.

Suerte, que tengan buenos sueños.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Valtario 4.25

Para mi sorpresa, el Cantar de Valtario fue muy bien valorado por el curso. Un promedio de 4,25/5 (el equivalente a un 17)que no está nada mal.
Les dejo ahora abierta la encuesta de Roldán. Sean justos, no vaya a ser que los persiga San Gabriel.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Reiteraciones y tono solemne


Para el día 19 de marzo, día de San José, deberán traer a la sesión prevista una selección de versos del Cantar de Roldán que den muestra de las repeticiones y reiteraciones del texto que dan el tono solemne. Es bueno que escojan más de uno, porque unos versos sólo podrán ser citados dos veces. Una vez que alguién diga e.g "cortés y gentil" por hablar de uno breve, sólo otra persona podrá citarlo. (Ya este fue citado por alguien así que sólo le queda un uso). La cita debe decir en cuál tirada se encuentra.

jueves, 5 de marzo de 2009

Ejercicio para publicación en el blog

Ejercicio para publicación en el blog

Lea con atención el pasaje de batalla de las páginas 10-11 de Valtario reproducido en el blog y busque un texto que le parezca tenga similitudes. Las semejanzas pueden ser de estilo, de imágenes, de forma, de tema, de cualquier aspecto que le recuerde otra lectura anterior. Deben enviar el texto escogido (los párrafos o frases seleccionadas) a la dirección del curso poetasdecorteydemercado@gmail.com o bien si ya ha sido dado de alta como autor publicarlo directamente en el blog. El texto escogido o reproducido no tiene que ser medieval, puede ser incluso hasta contemporáneo. Ud. es libre, pero debe justificar (aunque sea mínimamente su elección)

miércoles, 4 de marzo de 2009

Descripción de la batalla (Valtario)

Acaba de ponerse en marcha y lo sigue todo el ejército. Después de haber estudiado a conciencia el teatro de la batalla, dispuso ordenadamente sus tropas sobre una dilatada planicie. Ya se encuentran unos y otros a la distancia de un tiro de venablo, preparados para el combate. Surge entonces de todas partes un intenso clamor que el viento difunde, y se mezcla con él la voz horrísona de las trompetas, y las lanzas vuelan de aquí y de allá oscureciendo el cielo. El dardo de fresno y el de madera de cerezo se confunden en uno y brillan sus puntas en el aire como si fuesen rayos. Con la misma densidad con que la nieve cae cuando sopla el cierzo, así descienden las crueles flechas sobre uno y otro bando. Después, al agotarse las armas arrojadizas, empuñan todos las espadas, desenvainando las fulmíneas hojas y embrazando los escudos. Chocan, en fin, las filas y se renueva la batalla. Quiébranse pechos contra pechos de caballos en el encuentro y muchos combatientes sucumben en el duro topar de los escudos. Valtario, por su parte, derrocha furia en medio de sus líneas, segando la vida a quien le sale al paso y abriéndose camino con la espada. Los enemigos, al verlo sembrar tanta matanza, estaban aterrorizados, como si él se hubiese materializado la propia muerte; y adondequiera se dirigía, ya a la derecha, ya a la izquierda, huían todos de él a rienda suelta, con los escudos a la espalda. Entonces, imitando a su caudillo, el imponente ejército de Panonia ataca con fiereza e incrementa la mortandad a fuerza de coraje, abatiendo a cuantos oponen resistencia y aniquilando a los fugitivos, hasta obtener un triunfo completo en la batalla. Acto seguido, se arrojan sobre los cadáveres y los despojan por entero. Finalmente Valtario hace sonar el cóncavo cuerno para reunir a sus hombres y es el primero en coronarse la frente con la festiva fronda, ciñéndose las sienes en presencia de todos con el victorioso laurel; tras él lo hacen los portaestandartes y, después de ellos, el resto de los combatientes. (10-11)

Los hunos y los otros I

Los hunos y los otros

Indro Montanelli transmite en su Historia de la Edad Media (16) la impresión que le causaron los hunos al historiador y soldado Amiano Marcelino cuando los vio en el año 395:
[Son] pequeños y toscos, imberbes como eunucos, con unas caras horribles en las que apenas pueden reconocerse los rasgos humanos. Diríase que más que hombres son bestias que caminan en dos patas. Llevan una casaca de tela forrada en piel de gato salvaje y pieles de cabra alrededor de las piernas. Y parecen pegados a sus caballos. Sobre ellos comen, beben, duermen reclinados en las crines, tratan sus asuntos y emprenden sus deliberaciones. Y hasta cocinan en esa posición, porque en vez de cocer la carne con que se alimentan, se limitan a entibiarla manteniéndola entre la grupa del caballo y sus propios muslos. No cultivan el campo ni conocen la casa. Descabalgan sólo para ir al encuentro de sus mujeres y sus niños, que siguen en sus carros su errabunda existencia de devastadores.
Los hunos son vistos como seres salvajes y no-humanos. Pero esto no es lo que nos presenta Valtario. El poder de los hunos es inobjetable, pero los francos y Aquitanos entrenados por ellos son incluso mejores. Estos salvajes llegan a querer a Haganón y a hacer suyos a Valtario e Hildegunda. El sentimiento no es recíproco, mientras Atila y Óspirin su mujer los ven como familia, como “pilar del reino”, Valtario manifiesta su odio por el país en el que se ha criado. De hecho las emociones nos la cuenta el monje Geraldo a través de Hildegunda en la huida:

El miedo los atormentaba incluso en los lugares más seguros. Tan recelosa está la doncella que, a cada susurro del viento, a cada vuelo de pájaro, a cada crujido de rama, le salta el corazón dentro del pecho y se estremece llena de terror. Pero la incitan a continuar el odio al país del destierro y el amor por la patria lejana (16-17)
Hildegunda es vista por la reina Óspirin, como una “hija adoptiva” sin embargo aquélla sólo parece recordar con cariño el país que abandonó en la más tierna infancia. La cena de la traición (a los hunos los pierde su propio exceso) si bien, demedida, muestra también el lujo de una corte. Los hunos son representados no como los salvajes, después de todo compartían muchas características con los pueblos germánicos que habían dominado, sino como un pueblo similar que le falta una calidad que sólo los héroes de occidente pueden. No hay un solo huno que pueda rivalizar con Valtario, nadie puede siquiera acercársele. Por eso Atila se retuerce del dolor al conocer la traición y quiere venganza:

“¡Ah, si alguno de vosotros me trajese aquí al prófugo Valtario, cargado de cadenas como un dañino perro lobo! A ése lo vestiría yo de oro finísimo, le regalaría tierras de las cuatro partes del reino y pondría tesoros a su paso durante el resto de su vida”. (17)

Pero el narrador nos advierte que no hay nadie capaz de tal proeza:

Nadie hay en un país tan grande, ni príncipe, ni duque, ni conde, ni caballero, ni vasallo, que, aun deseando demostrar sus propio valor y conseguir fama inmortal derrochando coraje, y ambicionando al mismo tiempo llenar de oro su bolsa, nadie hay capaz de perseguir a Valtario con las armas en la mano y pelear con él cara a cara. (17)

Nuestro preparador

Ernesto Cazal es el preparador del Departamento de Literaturas Occidentales.Pueden contactarlo para preparar el temario o consultas relativas a la materia. Su correo electrónico es:
ernestocazal@gmail.com
Ernesto también es colaborador de este blog.

martes, 3 de marzo de 2009

Evaluación

Evaluación (fechas tentativas)

1 examen escrito 35% (05/5)
4 controles de lectura y ejercicios 20% (24/3, 09/4, 21/4 y 09/6)
1 trabajo final 35% (16/6)
1 participación y controles de lectura 10%

Reparación y complementario (23/6)

Poetas de corte y de mercado

Un curso panorámico que explorará en un inicio algunos ejemplos de la épica medieval para luego enfocarnos en la poesía popular y los artistas de corte. Un desvío nos llevará a explorar algunos de los experimentos narrativos de estos siglos. Buscaremos una definición del héroe que parte de la épica para terminar en lugares tan distantes como la picaresca del Decamerón o el amante cortés de los trovadores, el Dolce Stil Novo y Dante. Es un curso largo y que requiere llevar las lecturas al día.
1era parte: Cantar de Valtario, Cantar de Roldán, Poema de Mio Cid, Digenís Akritas y el Cantar de la hueste de Ígor
2da parte: El caballero del león de Chretién de Troyes, El libro de Silence de Heldris de Cornualles, La sombra de Jean Renart y algunos Lais de María de Francia
3ra parte: Poesía de trovadores y goliardos. Selección de cantos de trovadores (a partir de Martin de Riquer, por supuesto), trouvères, trovaritz y minnesinger y los Carmina Burana. Poemas de Guillermo de Aquitania
4ta parte: La narrativa punzante, selección de algunos cuentos de Chaucer y Bocaccio. La poesía iluminada con el Dolce Stil Novo y La vida nueva de Dante Alighieri

Bibliografía preliminar Indirecta

Indirecta preliminar

Curtius, Ernst Robert. Literatura europea y edad media latina. México: FCE, 1998.
Cirlot, Victoria. Figuras del destino. Mitos y símbolos de la Europa Medieval. Madrid: Siruela, 2007.
Huizinga, Johan. El otoño de la Edad Media. Madrid: Alianza Editorial, 1978.
García Gual, Carlos. Primeras novelas europeas. Madrid: Ediciones Istmo, 1990.
Martinengo, Marirì. Las trovadoras, poetisas del amor cortés. Madrid: Hora y horas Editorial, 1997.
Patch, Howard. El otro mundo en la literatura medieval. México: FCE, 1983.
Real, Elena. Épica medieval francesa. Madrid: Editorial Síntesis, 2002.
Riquer, Martín de. Vidas y amores de los trovadores y sus damas. Barcelona: El Acantilado, 2004.
Rougemont, Denis de. El amor y occidente. Barcelona: Kairós, 1981.
Ruiz-Domènec, José Enrique. La novela y el espíritu de caballería. Barcelona: Grijalbo-Mondadori, 1993.
Victorio, Juan. De amores y versos en el otoño medieval. Madrid: Velecío Editores, 2004.


Bibliografía preliminar

Bibliografía preliminar

Directa

Cantar de Valtario. Edición de Luis Alberto de Cuenca. Madrid: Ediciones Siruela, 1987.
Cantar de Roldán. Edición de Juan Victorio. Madrid: Ediciones Cátedra, 2005.
El Cantar de Roldán. Versión de Benjamín Jarnés. Madrid: Alianza Editorial, 1979.
Cantar de la hueste de Ígor. Madrid: Editorial Gredos, 1997.
Poesía heroica bizantina. Edición de Oscar Martínez García. Madrid: Editorial Gredos, 2003.
Cantar del Cid. Texto establecido por Menéndez-Pidal y versión de Alfonso Reyes. Madrid: Espasa-Calpe, 1982.
Menéndez-Pidal. Flor nueva de romances viejos. Madrid: Espasa-Calpe, 1980.
Chrétien de Troyes. El caballero del león. Madrid: Ediciones Siruela, 1984.
Cornualles, Heldris de. El libro de Silence. Madrid: Ediciones Siruela, 1986.
María de Francia. Los Lais. Edición de Luis Alberto de Cuenca. Madrid: Ediciones Siruela, 1987.
Renart, Jean. La sombra. En: Nueve lais bretones y La sombra. Madrid: Ediciones Siruela, 1987.
Riquer, Martín de. Los Trovadores. Historia y selección de textos. (3 tomos). Madrid: Ariel, 2005.
Guillermo de Aquitania. Poesía completa. Madrid. Ediciones Siruela, 1988.
Lírica latina medieval. Poesía profana. (tomo I). Edición de José Oroz Reta y Manuel- A. Marcos Casquero. Madrid: BAC, 1995.
Poesía goliárdica. Traducción de Miguel Requena. Barcelona: El Acantilado, 2003.
Poesía de Trovadores, trouvères y minnesinger. Edición de Carlos Alvar. Madrid: Alianza Editorial, 1987.
Boccaccio, Giovanni. El Decamerón. Barcelona: Bruguera, 1981.
Chaucer, Geoffrey. Cuentos de Canterbury. Madrid: Ediciones Cátedra, 1995.
El dolce stil novo. Antología de Carlos Alvar. Madrid: Visor, 1984.
Alighieri, Dante. La vida nueva. Prólogo de Carlos Alvar. Madrid: Ediciones Siruela, 1988.